10 minutos

miércoles, diciembre 14

En lo que termino el post sobre hackers, contaré una anécdota curiosa que me ocurrió hoy por la mañana.

Como ocurre con frecuencia, estube jugando Playstation hasta las 2 y media de la mañana (Beyond Good & Evil se llama mi nueva adicción). Había llegado por fín a un lugar donde guardar mi progreso y mis ojos decían que ya era suficiente. Puse la alarma del celular y programé el radio para despertarme en la mañana.

Eran 15 para las 8 y sonaron los dos dispositivos. Como es mi costumbre, dejé a Pedro Ferriz dando las noticias y callé la alarma del celular, que vuelve a sonar cada 10 minutos hasta que la apague. Así pasaron los minutos, mientras escuchaba las noticias y apagaba mi celular cada vez que sonaba. Hasta donde recuerdo, el celular marcaba las 8:15 cuando lo silencié de nuevo y me recoste de nuevo pensando que la siguiente vez que sonara me levantaría para bañarme y prepararme para salir al trabajo.

Cuando me recosté Ferriz estaba haciendo una entrevista (no recuerdo a quién, seguramente estaba aburrida porque normalmente si les pongo atención) y cerré los ojos. Cuando volvió a sonar el celular estaba el resúmen de noticias, fue entonces que reaccioné y ví que ya marcaba las 8:35, me quedé dormido 20 minutos sin siquiera darme cuenta. No sentí que hubiera transcurrido tanto tiempo y ni siquiera escuché el celular cuando sonó a las 8:25.

Así que hubo que aplicar velocidad extrema, ya que sólo me quedaban 10 minutos para poder llegar a tiempo y no tenía ropa planchada para ir a trabajar (Planchar un pantalón y camisa, vestirse, bañarse y desayunar en 600 segundos). Como era de esperarse, medio planché, medio me bañé, no desayuné y gracias a Murphy, el día de hoy me tocó más tráfico de lo acostumbrado por lo que llegué tarde a trabajar.

¿Y quién me va a regresar esos 10 minutos que perdí?

Saludos y pásenla bien.

1 comentarios:

Serguei dijo...

Eso de la alarma es clasico... yo ya la pongo media hora antes de lo oficial porque ya es un hecho que no me levanto luego luego...