Gwen Stefani

El pasado domingo 15 de Julio Gwen Stefani visitó por primera vez la Ciudad de México. Y aunque no soy su gran fan, su música me agrada y decidí acompañar a Pakis al concierto en el palacio de los deportes.

Una dura tormenta nos recibió al llegar al Domo de Cobre, pero ya llegando a nuestros asientos olvidamos el agua y esperamos con ansia el inicio del concierto.

Maria José, ex de Kabah, abrió el concierto enfundada en un sexy vestido rojo y cantando canciones que ninguno de los dos había escuchado y aunque tiene buena voz nos parecieron bastante genéricas. Después cantó un par de éxitos de Kabah [La calle de las sirenas, Vive el momento y otra cuyo nombre se me escapa] que fueron coreados por el público presente [Me incluyo] y cerró con otra de sus nuevas canciones que francamente no se como se llama.

Una vez que se bajó del escenario, todos estabamos a la espectativa de que saliera Gwen quien apareció unos minutos después de las 8 para abrir con el tema de Sweet escape, que le da el nombre a esta gira.

Algunos momentos memorables de la noche fueron cuando cantó Twister y Cool y se lanzó a las gradas para estar cerca del público, gesto que le reconoció un aficionado regalándole la playera de la selección mexicana de fútbol que se puso y con la que se quedó un par de canciones. Wind It Up levantó y puso a bailar a todos los presentes [Me incluyo de nuevo junto con Pakis] y cerca del final al interpretar The real thing el palacio se llenó de las luces de cientos de celulares que daban la apariencia de un cielo estrellado en movimiento.


Finalmente cerró con What you're waiting for, agradeciendo todo el concierto la oportunidad de estar en México y en un intento de español [Que se le perdona] mandando besos y más agradecimientos por el cálido recibimiento de la gente.

Los vestuarios coloridos y multifacéticos [Salió de ladrona, vestida como muñeco de pastel, con la playera de México, con alas, con una cinta de Kimono (Obi) y otros que no recuerdo], las imágenes en las pantallas recordando temas orientales, la coreografía bastante impresionante y un vestuario de sus acompañantes igual de multifacético y colorido fueron un buen acompañante de la música que gozamos esa noche en el palacio. Disfruté mucho el concierto y espero que cumpla la promesa de que No Doubt venga a México para estar ahí de nuevo.

Saludos y pásenla bien